“Yo no sé si fui joven…”,
comienza diciendo Caballero Miño. Este es el verso inicial de un
poemario que engrandece sus atributos frente a las letras. Esas
letras que danzan al compás de una cadencia que les es propia a
quienes tienen la particularidad de expresarse a través de la poesía
y dominarla a punto tal que, cuando deciden hacernos partícipes de
la conjunción de sus emociones, nos encienden.
“Y un día quedó atrás, esperando
al que no soy…” Perfecta aseveración del alma del poeta, que
refleja la ansiedad del ser y no ser, de quien aprieta entre sus
manos -y estas contra el pecho-
al amor deseado, al amor que se va, a ese del que la vida, en sus
engaños, siempre nos aleja.
Caballero Miño hace de la unión de
las palabras un verdadero tazón precioso, en donde estas se
aglutinan y, cuando son volcadas en la fuente de los versos, salen
ataviadas por la pasión y el recuerdo, desbordados de imágenes.
El libro que hoy presentamos es así:
amor, pasión, ecos, olvidos, añoranzas, sutiles momentos de
profundidad absoluta. Todo ello hace que el lector se encuentre con
las herramientas para reconocer su propio sentir y apropiarse de
aquello que está leyendo.
Así, en el poema que le da título al libro, se cruza lo posible del deseo, con lo imposible de lo que nunca será. Como en los días comunes de cada vida.
Así, en el poema que le da título al libro, se cruza lo posible del deseo, con lo imposible de lo que nunca será. Como en los días comunes de cada vida.
A
VECES, PASA
Llevabas
un nombre
del
que probé etimologías
y
urdí conjeturas...
pero
con ese nombre venía tu piel.
Entonces
fuiste
patria
donde quise nacer de nuevo
y
no pude.
Ya
no volveré a ser
inocente
es
imposible.
Del
barranco de tu vientre
voy
rodando hacia tu olvido.
Pero no se queden con el mero
comentario del editor. Adéntrense en el mudo de la poesía de
Caballero Miño y se sentirán plenamente consustanciados con sus
versos, con su obra, con esa sutil convicción de que… A VECES,
PASAN COSAS.
De leerte a los catorce años, paso a redescubrirte a mis cuarenta... Recuerdo caminatas por el Parque Sur, las recuerdas caminante? Hay pasiones que jamás se olvidan. Mucha, pero mucha, suerte y sigamos en el camino.
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