“LUNA DE MARZO”
Un nuevo espacio para escritores
- La editorial fue presentada oficialmente en la ciudad. Se anuncia como un proyecto creado “por escritores para escritores”.
La presentación se hizo en ATE y sirvió como marco para dar a conocer las nuevas obras publicadas por la flamante editorial. Foto: Gentileza producción
De la Redacción de El Litoral
cultura@ellitoral.com
Recientemente se llevó a cabo en el auditorio de ATE la presentación oficial de la editorial Luna de Marzo. El acto sirvió como marco para anunciar los primeros títulos publicados: “En voz baja”, de Roberto Corvalán Posse; “Distancias oceánicas”, de Jorge Lacuadra; “El fin de las sombras”, de Juan Domingo Demonte; “A veces, pasa”, de Miguel Luciano Caballero Miño; “A la caza del Atocha”, de Alfredo Barsotti y Martínez y “Dormir sobre alfileres”, de Milagro Corvalán Posse.
Los dos últimos autores son los responsables de la editorial. Ambos viven en Buenos Aires pero están ligados, de maneras diversas, a esta zona: Milagro es de Paraná; Alfredo es formoseño, vivió en el sur del país y aterrizó en 2001 en Santa Fe, donde fue docente en la escuela Nº 1.234 Luis Ravera. En 2010 se radicó en Buenos Aires. Desde allí, junto con su esposa comenzaron a tejer el proyecto.
Puntos
“No siempre lo que uno escribe es recibido en las editoriales. Milagro y yo formamos parte de un círculo de amigos que también son escritores, poetas: de allí surgió la idea de encarar este emprendimiento”, cuenta Alfredo. El sueño se cristalizó en diciembre del año pasado, cuando editaron “En voz baja”, poemas inéditos de Roberto Corvalán Posse, el papá de Milagro. La buena recepción del público sirvió como disparador para dos ediciones más: “Dormir sobre alfileres” y “A la caza del Atocha”.
“El proyecto se sustenta bajo nuestro peculio personal; excepto en el caso de la primera obra que se editó comercialmente, ‘Distancias oceánicas’, que se hizo en base a una coedición con el autor. Si el escritor quiere editar su libro y el material es bueno, vamos a ayudar para que pueda hacerlo. Sabemos que existen autores muy buenos, literatura de primera calidad, poetas escondidos: apostamos a que esos escritores salgan a la luz”, define Alfredo, e ilustra su idea con una anécdota: “Cuando yo daba clases en la escuela Ravera, un maestro de 7º grado -Ceferino Delgado- hacía escribir a los chicos, y les prometía que sus textos iban a ser editados. Los pibes escribían, entusiasmados. Un día nos encontramos con la sorpresa de que un diario había publicado todos los escritos. No puedo definir con una palabra cómo se sintieron esas criaturas. Ésa es la idea que nos guía: el sueño de todo escritor -y todos llevamos un escritor adentro- es ver sus textos impresos”.
El responsable de la editorial subraya la importancia de fomentar la lectura y la escritura, especialmente en los niños y jóvenes. “Estamos viendo la posibilidad de armar un concurso en las escuelas para que ellos puedan expresarse. Obviamente, el premio sería la publicación”, anuncia.
Como todo proyecto nuevo, las ideas abundan: “Tenemos en danza varias iniciativas. Una es la publicación de ‘El ojo de la aguja’, de Omar Barsotti; además de un autor de Uruguay y dos santafesinos que todavía no develaremos”, dice Alfredo.
Actualmente, dos librerías locales distribuyen material de Luna de Marzo: Ferrovía y El Arca del Sur. “La distribución se hace a pulmón, porque si uno entra a jugar con las grandes cadenas, se desvirtúa el sentido de todo esto”, explica el titular de la editorial.
Análisis
por Jorge Lacuadra Creer
- El sueño de publicar por primera vez. Superar esa barrera, que a la vez es tan temida y un día nos pareció tan distante, luego de haber corregido mil veces un texto simple o una poesía. Un proceso de años y de lento aprendizaje. Porque uno sabe que no madura, que la palabra no se desarrolla por completo, hasta que la confianza de otros se deposita en sus textos, cuando observas que un rostro asiente al encontrar esa cadencia que tanto nos costó, ese verso que manejamos primero como pensamiento modesto y luego en la primera palabra impresa.
Hasta entonces, uno pule, bisela, reestructura, relee en voz alta, para tener la aprobación del aire, primero. Luego lee ante alguien que aprueba nuestra espontaneidad porque aún no tiene constancia de nuestro crecimiento y luego se anima a lanzar una tímida poesía a las vicisitudes del mundo. Deposita en un lugar el texto: blog, página de Internet, amigo con ganas de leer, dejándolo desnudo a todas las miradas, y si al menos una de ellas nos devuelve su impronta, su apoyo verdadero, es que comenzamos a transitar el nuevo camino seguro y sin escollos.
Finalmente tener el primer libro en las manos, fruto de nuestra maduración y de la confianza depositada en nosotros por quienes leyeron, corrigieron y nos dieron su complacencia. Sentir ese temblor que nos nace y que creíamos olvidado, como la emoción de superar una prueba largamente esperada y definitoria. Palparlo, olerlo, tinta nueva e ilustración de tapa que nos asombra, sentir su peso, mayor que el esperado, la página en blanco para nuestra primera dedicatoria, y nuevamente el temblor, poder agradecer a ese recién estrenado lector, que comenzará a creer en nosotros.
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lunademarzoeditorial@yahoo.com.ar, o al blog: www.editoriallunademarzo.blogspot.com.ar.